Base de pizza casera

Base de pizza casera
Base de pizza casera

Las bases de pizza caseras precisan de muy pocos y sencillos ingredientes que, además, suelen estar presentes en toda cocina y/o que son muy fáciles de conseguir.

Aunque el prepararlas puede parecer laborioso, si hacemos de más y las congelamos, podremos disponer de ellas en cualquier momento y solo hará falta añadir los ingredientes que queramos y meterla en el horno para poder disfrutar de una deliciosa pizza homemade.

La altura de esta base no es ni muy plana ni muy gruesa, sinó que tiene el nivel de esponjosidad perfecto para que contraste con el resto de ingredientes sin restar protagonismo al topping.

Otra de las ventajas de esta base de pizza es que, al estar hecha por nosotros mismos, conocemos bien todos los ingredientes, y sabemos que éstos son lo más naturales posible.

Y es que es muy importante saber qué llevan los alimentos que ingerimos, ya que hoy en día se les añaden muchos aditivos, incluso en las masas más básicas y en los panes (tal y como comentamos en la receta de panecillos integrales).

A continuación podéis ver qué ingredientes necesitáis y los pasos a seguir para poder realizar esta base de pizza tan sencilla.

Grado de dificultadTiempo de preparaciónRaciones
Fácil1 h.Para 4 porciones

*Más 2 horas de reposo

Ingredientes

  • 250 gr. de harina de fuerza
  • 125 ml. de agua
  • 12 gr. de levadura fresca
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de sal

Preparación

  1. Desmenuzamos la levadura con las manos y la ponemos en una taza con 3 cucharadas de agua y una cucharada de harina. Removemos todo bien y dejamos reposar 15 minutos.
  2. En un bol amplio, echamos la harina, el agua restante y la levadura disuelta, removiendo con cuidado y mezclándolo todo bien.
  3. Añadimos la sal y el aceite, y removemos de nuevo bien.
  4. Amasamos 5 minutos, hasta que veamos que no se pega al bol. A continuación hacemos una bola.
  5. Cubrimos el bol con film y dejamos reposar 2 horas a temperatura ambiente.
  6. Pasado este tiempo, la masa habrá crecido, por lo que pondremos un poco de harina sobre una superficie lisa, extenderemos la masa sobre ésta con las manos, y le daremos forma circular.
  7. Colocamos la masa sobre papel vegetal, le damos forma estirando con un rodillo hasta que tenga unos 0,5 cm. de grosor. La pinchamos con un tenedor, y la colocamos en la bandeja del horno.
  8. Precalentamos el horno a 250º durante 15 minutos y colocamos la bandeja con la masa en la parte baja del horno. La dejamos unos 5-8 minutos para que se cueza vigilando que no se tueste ni se haga del todo.
  9. Retiramos la masa del horno y ya podemos proceder a montar la pizza como lo haríamos normalmente.

Notas

  • Si no disponéis de rodillo, podéis utilizar una botella limpia para estirar la masa.

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