Las migas onubenses (de Huelva) forman parte de la gastronomía tradicional de la Sierra de Aracena, y se caracterizan por la incorporación de patata a la popular receta, lo que le aporta una dosis extra de suavidad.
Se trata, así, de un plato muy sencillo y de sabor rico y reconfortante, donde la combinación de los ingredientes envuelven las migas de pan ligeramente doradas para dar como resultado un guiso absolutamente sabroso y de delicada intensidad.
Se cree que las migas tienen su origen en la cocina andalusí, y que con el paso del tiempo pasaron a ser sustento de los pueblos nómadas, lo que hizo que su elaboración y consumo se extendiera por toda la península ibérica y que se crearan múltiples versiones de este alimento a lo largo de la geografía.
Este delicioso plato acostumbra a realizarse con pan de abundante y compacta miga, ya que el resultado es más tierno y jugoso; y normalmente se acompaña con pimientos verdes fritos.
Este plato es rico en carbohidratos, aminoácidos, flavonoides, fibra, ácidos grasos omega 9, aliína, betacaroteno, vitaminas C y del grupo B (especialmente B6), calcio, fósforo, magnesio, manganeso, potasio y selenio.
A continuación podéis ver qué ingredientes necesitáis y los pasos a seguir para poder realizar unas migas jugosas y muy sabrosasl.
Grado de dificultad | Tiempo de preparación | Raciones |
Media | 1 h. | Para 5 personas |
Ingredientes
- 1 kg. de pan (del día anterior)
- 6 dientes de ajo
- 250 gr. de patata
- 150 ml. de agua
- 250 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita de sal
Preparación
- Pelamos y cortamos las patatas en rodajas de 1 cm. de grosor. Una vez cortadas, las pasamos a un cuenco amplio, añadimos la sal, removemos bien y reservamos.
- En una taza, echamos el agua y una pizca de sal, removemos para que esta última se disuelva y reservamos.
- Cortamos el pan en rebanadas de 1 cm y luego cortamos éstas en dados. Cuando hayamos cortado todo el pan, lo pasamos a un bol grande y lo vamos rociando con el agua, salpicándolo con la mano. Removemos y seguimos rociando y removiendo para que se humedezca todo por igual. Cuando hayamos terminado todo el agua, reservamos.
- Ponemos a calentar el aceite en una sartén grande, preferiblemente de hierro o acero y, cuando esté templado, echamos los dientes de ajo prensados y sin pelar. Dejamos que se doren un poco a fuego medio y, seguidamente, echamos las patatas. Dejamos que éstas se frían durante 15 minutos, hasta que estén blandas pero sin que lleguen a dorarse. Transcurrido este tiempo, pasamos las patatas y los ajos a un plato y reservamos.
- Retiramos de la sartén casi todo el aceite, dejando 1/3 del total, y lo ponemos de nuevo a calentar a fuego medio. Cuando el aceite esté templado, echamos las patatas, los ajos pelados y la mitad del pan y bajamos el fuego. Seguidamente, añadimos la otra mitad del pan y empezamos a picarlo todo con la ayuda de una espumadera o de unas tijeras de cocina para que se vayan mezclando todos los ingredientes uniformemente.
- Mantenemos el fuego bajo sin dejar de picar y remover con la espumadera o las tijeras, hasta conseguir trozos menudos (con cuidado de que no llegue a convertirse en una masa, ya que las migas han de quedar sueltas).
- Una vez se hayan integrado bien todos los ingredientes y veamos que las migas han tomado un poco de color, sin llegar a dorarse demasiado, apagamos el fuego y servimos.
Notas
- Aseguraos de que el pan que utilizáis no lleva nada de origen animal, como mantequilla, leche, huevo y/o mono y diglicéridos de ácidos grasos de procedencia animal (e471).
- Si queréis podéis añadir a las migas un poco de carne de nuez sabor chorizo para crear un sabor aún más intenso.
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