Las hojuelas son uno de los tradicionales dulces que se consumen por Semana Santa, especialmente en Castilla La-Mancha, aunque también se elaboran en otras zonas de la península.
Este dulce data de la Edad Media, es de origen sefardí y tiene una marcada influencia de la repostería árabe. Como ya habréis imaginado, es una más de las famosas «frutas de sartén» o «dulces de sartén», masas de repostería que se cocinan friéndolas en sartén, como los buñuelos, la leche frita o las torrijas, todas ellas procedentes de la Pascua judía.
Estas hojuelas son un dulce de sabor delicioso y anisado, de masa muy fina y crujiente, normalmente rebozadas en azúcar o, aún más irresistibles, cubiertas con un poco de sirope.
Para su elaboración se necesitan muy pocos ingredientes y estos son de los que siempre tenemos a mano, y además, el proceso para realizarlas es muy, muy sencillo, por lo que es una opción estupenda para preparar algo sumamente rico para las fiestas sin tener que complicarse.
A continuación podéis ver qué ingredientes necesitáis y los pasos a seguir para poder hacer uno de los dulces más sencillos y exquisitos, típicos de Semana Santa.
Grado de dificultad | Tiempo de preparación | Raciones |
Fácil | 1 h. | Para 30 unidades |
*Más 15 minutos de reposo
Ingredientes
- 250 gr. de harina de trigo
- 1 cucharada de semillas de lino (molidas)
- 3 cucharadas de agua
- 60 ml. de vino blanco (dulce)
- 1/2 cucharadita de anís en grano (molido)
- 65 ml. de aceite de oliva virgen extra (sabor suave)
- 200 ml. de aceite de oliva virgen extra (para freír)
- 400 ml. de sirope de agave
Preparación
- En un cuenco pequeño, mezclamos las semillas de lino con el agua, removemos y dejamos que se hidraten durante 15 minutos.
- Pasado este tiempo, echamos en un bol la mezcla de lino y agua, el aceite, el anís molido y el vino dulce y batimos con unas varillas para que se integren bien los ingredientes.
- Vamos agregando la harina poco a poco, tamizándola, y amasamos con las manos. Cuando hayamos echado toda la harina, pasamos la masa a una superficie lisa y la amasamos durante un par de minutos más, hasta obtener una masa fina y blanda, no pegajosa.
- Una vez tengamos la masa lista, la dejamos reposar en el bol durante 15 minutos, tapada con un paño limpio .
- Pasado este tiempo, vamos cogiendo porciones de masa y formando pequeñas bolas con las manos un poco enharinadas. Extendemos cada una de las bolas con la ayuda de un rodillo hasta obtener una masa muy fina (de 1 mm. de grosor, como máximo).
- Ponemos a calentar aceite para freír las hojuelas a fuego medio y, cuando esté caliente, vamos friéndolas por tandas, con mucho cuidado de que no se quemen. Conforme vayan estando doradas, las vamos pasando a un escurridor para eliminar el exceso de aceite.
- Cuando tengamos todas las hojuelas hechas, dejamos que se enfríen y las servimos rociadas con un poco de sirope de agave.
Notas
- Si no disponéis de anís en grano, podéis prescindir de él, aunque le da un sabor muy especial.
- Si no tenéis un rodillo a mano, podéis utilizar una botella lisa y limpia para estirar la masa.
- A la hora de freír las hojuelas, vigilad que no se quemen porque se doran muy rápido.
- Si lo preferís, podéis rebozar las hojuelas en azúcar en lugar de rociarlas con sirope.
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