Estas deliciosas albóndigas de quinoa con pimiento rojo son uno de los pocos platos hechos con este pseudocereal que no parece llenar nunca de lo bueno que está (lo cual es difícil, dado su poder saciante).
Es por esto que en un abrir y cerrar de ojos habremos aportado a nuestro organismo nutrientes tan valiosos como proteínas completas (contienen todos los aminoácidos esenciales), hidratos de carbono de bajo índice glucémico (que aportan sensación de saciedad durante largo tiempo), omega 3, vitamina A, vitaminas del grupo B (como la B1, B2, B3, B6 y B9 o ácido fólico), vitamina C, vitamina E, calcio, hierro, magnesio, potasio, zinc, licopeno (desintoxicante), betacarotenos (con gran poder antioxidante), triptófano (para combatir los síntomas de la depresión), fibra y apiol (que estimula la diuresis).
A continuación podéis ver qué ingredientes necesitáis y los pasos a seguir para poder realizar estas albóndigas llenas de proteína, vitaminas y minerales.
Grado de dificultad | Tiempo de preparación | Raciones |
Fácil | 1 h. | Para 10 unidades |
*Más 1 hora de refrigeración
Ingredientes
- 50 gr. de quinoa
- 1 cebolla
- 1/2 pimiento rojo
- 1 rama de perejil
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 2 cucharadas de pan rallado
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- harina para rebozar
- 1/2 cucharadita de sal
Preparación
- En un colador, lavamos bien la quinoa hasta que el agua salga limpia, la colamos, la ponemos en una olla con el doble de agua respecto a su volumen y la cocemos durante unos 15 minutos.
- Mientras, picamos en trozos pequeños la cebolla, el pimiento, los ajos y el perejil.
- En una sartén amplia, ponemos a calentar el aceite y pochamos las verduras. Cuando las verduras estén pochadas y la quinoa esté cocida, escurrimos esta última, la echamos en la sartén y damos unas vueltas.
- Añadimos la salsa de soja y la sal y volvemos a remover todo para que se mezcle bien.
- Lo echamos todo en un vaso de batidora junto con el pan rallado para que espese y batimos un poco (3 pulsaciones). La ponemos en un bol y la metemos en la nevera durante una hora para que se enfríe.
- En un plato, echamos la harina y, cuando la masa esté fría, vamos haciendo bolas con las manos mojadas para que la masa no se nos pegue. Cuando tengamos las bolas hechas, las rebozamos en la harina y las freímos en una sartén con bastante aceite caliente. Cuando veamos que ya se han dorado por un lado, les damos la vuelta para que se hagan también por el otro.
- Cuando estén doradas por ambos lados, las sacamos y las ponemos en un plato con papel absorbente. De esta manera soltarán el exceso de aceite y ya estarán listas para ser servidas.
Notas
- La harina para rebozar puede ser de quinoa o de la que tengáis en casa (es preferible que evitéis las harinas refinadas por salud).
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