Garbanzos con quinoa y calabacín

Garbanzos con quinoa y calabacín
Garbanzos con quinoa y calabacín

Éste es uno de los platos más sencillos y completos, ya que está hecho a base de legumbres, verduras y quinoa (el alimento de los astronautas). El toque extra de sabor se lo da el pimentón dulce, que además es rico en hierro.

Como podréis imaginar por los ingredientes que lo componen, este guiso aporta una gran dosis de proteínas, que en el caso de las de la quinoa, cuentan con todos los aminoácidos esenciales.

También es rico en fibra y en carbohidratos y, en cuanto a vitaminas y minerales, contiene vitamina A, C, ácido fólico, magnesio, zinc, calcio y potasio.

A parte, dispone de un alto contenido en omega 3 y omega 6, en lecitina, en carotenos, en licopeno y en cumarinas.

Todo esto lo convierte en un plato muy adecuado para ayudar a disminuir y controlar el colesterol y los triglicéridos, con poder saciante y antioxidante, adecuado para prevenir la hipertensión y enfermedades vasculares en general, beneficioso para la vista y para controlar el nivel de azúcar en el organismo y que, además, aporta energía, favorece el sistema nervioso y ayuda a eliminar líquidos.

A continuación podéis ver qué ingredientes necesitáis y qué pasos tenéis que seguir para poder disfrutar de este plato tan completo y fácil de preparar.

Grado de dificultadTiempo de preparaciónRaciones
Fácil45 m.Para 2 personas

Ingredientes

  • 200 gr. de garbanzos cocidos
  • 1 calabacín mediano
  • 100 gr. de quinoa
  • 1 cucharada de orégano
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 1 cucharada de pimentón dulce (recomendamos de la vera)
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal

Preparación

  1. Primero de todo ponemos la quinoa en un colador y la lavamos bajo el grifo hasta que el agua salga clara. La ponemos a cocer a fuego medio en un cazo con el doble de agua respecto a su volumen y con un poco de sal. Transcurridos 15 minutos, apartamos del fuego y reservamos.
  2. A continuación lavamos el calabacín, lo pelamos con la ayuda de un pelador y lo cortamos en dados. Lo echamos en una sartén amplia con un poco de aceite y dejamos que se haga poco a poco y de manera uniforme con cuidado de que no se queme.
  3. Cuando el calabacín esté blando, añadimos los garbanzos que previamente habremos lavado bien, junto con la quinoa, la salsa de soja, el orégano y la sal. Todo esto lo removemos para que se mezcle correctamente y lo dejamos unos 5 minutos en el fuego.
  4. Por último, echamos el pimentón, damos unas vueltas para que tome el gusto, apagamos el fuego para que no se queme, y servimos.

Notas

  • Si lo preferís, podéis añadir el calabacín sin pelar. De esta manera conservará toda la fibra.
  • Una vez echado el pimentón, es importante no tenerlo demasiado tiempo en el fuego porque cuando empieza a quemarse, amarga.

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